La casa de Asterión y la pintura
Si imaginamos al minotauro del cuento de Borges, es físicamente similar; con rasgos tanto de toro como de humano, grande, musculoso. Pero esto no es lo único que refleja una similitud con la obra borgeana; esta pintura describe a la perfección las emociones y sentimientos de Asterión, de los que habla Borges en el cuento.
Más allá de que se muestra solo en el cuadro, es decir, sin nadie más a su alrededor, lo que quiere representar va más allá. Está sentado, sin nada que hacer, mirando al cielo, lo único que ve además de sí mismo ("Pero hay dos cosas en el mundo que parecen ser una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión"). También puede interpretarse como ver un muro, según la versión de Borges, los pasajes del laberinto, que siendo iguales entre sí, sólo pueden ser sobrios, sin gracia. Además, le está dando la espalda a quien vea la foto, dejando en claro su marginación social.
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